Mac and Cheese: receta de los famosos mostacholes con salsa de queso

Mac and Cheese

¿Estás buscando una receta de Mac and Cheese que sea fácil de hacer, deliciosa y diferente? 

¡Entonces tenés que probar esta versión con fideos mostacholes! 

Los mostacholes son ideales para esta preparación porque absorben la salsa de queso perfectamente, logrando una textura cremosa y llena de sabor. En esta receta, usaremos una mezcla de quesos cheddar, azul y en hebras, lo que le da un toque especial y un sabor irresistible.

¡Prepará esta receta con Jovifel y a disfrutar!

Ingredientes para el Mac and Cheese con fideos mostacholes

Para preparar este Mac and Cheese casero, vas a necesitar los siguientes ingredientes:

  • 500 gramos de fideos mostacholes
  • 1/2 litro de leche descremada
  • 1 cucharadita de nuez moscada
  • 2 cucharadas de fécula de maíz
  • 100 gramos de queso cheddar
  • 50 gramos de queso azul
  • 100 gramos de queso en hebras (tipo fontina o paté gras)
  • Un poco de aceite
  • Tomates cherry para decorar (opcional)

Esta receta rinde aproximadamente para cuatro personas, y es ideal para una comida reconfortante y completa, ¡especialmente si la acompañás con unas ricas milanesas!

Preparación del Mac and Cheese con Fideos Mostacholes

1. Cociná los fideos

El primer paso poner abundante agua con sal en una cacerola antiadherente, cuando comience a hervir se colocan los fideos mostacholes. Para lograr una cocción perfecta, siga las instrucciones del paquete, pero lo más común es que necesiten entre 8 y 10 minutos para quedar al dente. Una vez listos, colalos y rocialos con un poquito de aceite para evitar que se peguen. Reservalos en una fuente enlozada mientras preparas la salsa.

2. Prepará la salsa de quesos

Para esta salsa vamos a trabajar con leche, maicena y una mezcla de quesos para obtener una textura espesa y cremosa, típica de Mac and Cheese.

En una cacerola con mango grande, verté el medio litro de leche descremada. Agregá las dos cucharadas de maicena y la cucharadita de nuez moscada. Es importante hacer esto con la leche fría, ya que así evitamos que la maicena forme grumos. Integrar los ingredientes con un batidor de mano, revolviendo suavemente, cuando esté sin grumos llevá la cacerola con mango grande a fuego medio, revolviendo constantemente con una cuchara de madera o batidor de mano hasta que la mezcla se espese. Este paso puede tardar unos minutos, así que tené paciencia.

3. Agrega los quesos

Una vez que la salsa haya espesado, es momento de incorporar los quesos. 

Para esta receta de Mac and Cheese, utilizamos tres tipos de queso:

  • Queso cheddar: aporta un sabor intenso y color característico.
  • Queso azul: le da un toque de sabor más fuerte y distintivo.
  • Queso en hebras (tipo fontina o paté gras): se derrite fácil y ayuda a crear una textura cremosa.

Agregá los quesos a la salsa y mezclá bien hasta que se hayan derretido completamente y la salsa esté uniforme. Esta combinación de quesos va a darle a tu Mac and Cheese un sabor único y delicioso.

4. Armado final

Volcá la salsa de quesos calientes sobre los fideos mostacholes que habías reservado en la fuente enlozada. Revolvé bien para que todos los fideos queden cubiertos de la salsa. Si quieres, puedes llevar la fuente al horno por unos minutos para gratinar el queso y obtener una superficie dorada y crujiente. 

Este paso es opcional, pero le da un toque extra que a muchos les encanta.

5. ¡A disfrutar!

Serví Mac and Cheese con fideos mostacholes bien caliente. Para darle un toque de frescura, podés decorarlo con unos tomates cherry cortados al medio. Si te gustan las combinaciones clásicas, acompañalo con una milanesa dorada y crujiente: ¡la combinación perfecta para una comida inolvidable!

Así que, la próxima vez que tengas antojo de una comida reconfortante, probablemente este Mac and Cheese con mostacholes: fácil, rápido y lleno de sabor.

¿Cómo cuidar tu batería Jovifel?

  1. Al momento de lavarla, usá una esponja suave y detergente común.
  2. No uses esponjas de acero o virulana, para no rayar la superficie.
  3. Cuando estés cocinando y quieras controlar el punto de cocción, intentá no pinchar o cortar dentro.

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